octubre 07, 2009

Aguantar críticas, derramar lágrimas, soportar reprimendas, tolerar traiciones, manejar el engaño, la mentira, la ignorancia…

Es tan difícil mantenerse en pie. A veces quisiera que mis piernas dejaran de funcionar para tener una excusa para no tener que caminar, para no seguir adelante, simplemente darme por vencida. Ser como la hoja que cae del árbol; triste, ligera, vencida…

Pero en tu sonrisa veo el apoyo, en tus ojos veo el aliento, de tu boca salen palabras de ánimo y gracias a ti me siento bien de nuevo. Me levanto y sigo luchando, porque sé que si me tropiezo tú me tenderás la mano que me levantará, que tú nunca me vas a dejar y que dependes de mí tanto como yo de ti.

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